Tres corazones unidos por el amor al fútbol

Detrás de un buen equipo

Desde la banca, las calles, el camerino o la oficina, sin importar el día o la hora, don Tono, doña Licha y Rumbito, demuestran que la pasión por el deporte va más allá del terreno de juego.

Don Tono, además de cuidar el terreno de juego, como un espacio más de su hogar, es un ferviente seguidor de Antigua GFC. Por lo que, en cada partido, es inevitable que su rostro refleje el intenso palpitar de su corazón, que solo provoca el fútbol.

Doña Licha, también panza verde de corazón, se ha convertido en la abuela cariñosa del equipo. Desde hace décadas, los jugadores reciben su bendición, símbolo de la esperanza puesta en ellos, para dar alegría a los aguacateros. Portando la camisola oficial y la bandera que ella misma confeccionó, ha sido testigo de los triunfos y derrotas, sin dejar de ser el apoyo incondicional del club.

Por su parte, a más de 250 km de Antigua Guatemala, Rumbito se ha convertido en un verdadero ícono de Cobán Imperial. Con 38 años como utilero, desde el camerino se asegura de que los jugadores estén listos para cada entreno y partido. Su trabajo es más que una labor, es una pasión que alimenta su espíritu y el de los aficionados, al garantizar que el estadio esté lleno de energía en cada encuentro.

A pesar de los roles que desempeñan, estos tres aficionados comparten una misma misión: apoyar el fútbol de su localidad. Han sido héroes anónimos que contribuyen al bienestar de sus comunidades, al engrandecer el deporte con su entrega y pasión sin límites.